ULÁN BATOR, 13 ene (NNN-TELESUR) -- La capital mongola se ha convertido en escenario de intensas protestas populares que evidencian un profundo descontento con la gestión del gobierno y la persistente corrupción que carcome al sistema político del país. Miles de ciudadanos, desafiando las gélidas temperaturas, salieron a las calles para exigir un cambio radical en la forma en que se gobierna la nación.
El partido Erkh Chuluu lideró una movilización en la emblemática Plaza Sukhbaatar, donde los manifestantes demandaron la renuncia del gobierno de L. Oyun-Erdene, primer ministro mongol, y el presidente Ukhnaagiin Khürelsükh.
La indignación popular se ha desbordado ante la incapacidad del gobierno para abordar problemas fundamentales como la contaminación del aire, el colapso del tráfico, la creciente pobreza, la arraigada corrupción y el alarmante desempleo.
La protesta, que bloqueó importantes vías de la ciudad, paralizó el transporte público y generó malestar entre algunos ciudadanos, aunque una gran parte de la población apoya las demandas de los manifestantes.
Esta acción de protesta se suma a la masiva manifestación que tuvo lugar el pasado jueves, donde miles de mongoles, aproximadamente 25.000 personas, se congregaron en Ulaanbaatar para denunciar la corrupción rampante en las altas esferas del poder.
Esta movilización, la segunda de mayor envergadura desde 2008, exige la dimisión del presidente del Parlamento, Dashzegviin Amarbayasgala, y critica a los principales partidos políticos, el MPP y el DP, por su implicación en un escandaloso caso de venta de cargos públicos por la suma de 60 mil millones de tugriks.
Erkh Chuluu declaró que la protesta continuará hasta el 22 de enero y que no se sentarán a negociar con el gobierno hasta que se cumplan sus demandas.
-- NNN-TELESUR