CANBERRA, 29 ene (NNN-TELESUR) -- Los bomberos en el sudeste de Australia se enfrentan a varios incendios que han devastado decenas de miles de hectáreas de parques naturales.
El martes, las condiciones meteorológicas adversas y los relámpagos que cayeron en la noche del lunes avivaron aún más las llamas en el Parque Nacional Grampians, ubicado aproximadamente a 300 kilómetros al oeste de Melbourne.
Paralelamente, en el Parque Nacional Little Desert, un incendio de rápida evolución ha arrasado casi 65.000 hectáreas en menos de 24 horas.
Los servicios de emergencia han estado trabajando incansablemente para contener las llamas y proteger la vida silvestre y las comunidades cercanas.
Rick Nugent, comisionado de gestión de emergencias del estado de Victoria, se mostró agradecido de que no se haya perdido ninguna vida ni se haya reportado ningún herido hasta el momento.
Sin embargo, el impacto ambiental y la destrucción de hábitats son preocupaciones significativas para las autoridades y los residentes.
Chris Hardman, responsable local de los bomberos, advirtió que las altas temperaturas pronosticadas para los próximos días aumentan las posibilidades de que estos incendios se expandan aún más.
La combinación de condiciones cálidas y secas está creando un entorno propicio para la propagación del fuego.
Investigadores han señalado que el cambio climático y las altas temperaturas han multiplicado la frecuencia y la severidad de los desastres naturales en Australia.
Este fenómeno ha llevado a un aumento brusco de incendios extremos en el país desde la década de 1950, lo cual ha generado serias preocupaciones en la comunidad científica.
Un claro ejemplo de esta tendencia fue el “Verano negro” de 2019-2020, un periodo en el que diversos incendios causaron la muerte de 33 personas, millones de animales y destruyeron vastas áreas forestales.
Estos eventos no solo afectan a la fauna y flora local, sino que también causan estragos en las grandes ciudades, cubriéndolas de una densa capa de humo.
-- NNN-TELESUR