NACIONES UNIDAS, 12 feb (NNN-UNIS) -- Estos movimientos de población se producen después de que el M23, con el apoyo del Ejército ruandés, ordenara a los desplazados evacuar dos campamentos en Goma. Esta situación está provocando una pérdida de infraestructuras humanitarias, como instalaciones de agua, centros de salud y de tratamiento del cólera. Complicando, además, la situación debido a la dispersión de los pacientes con enfermedades como el cólera.
Con una ligera tregua de los combates entre el M23 y el ejército regular en el este de la República Democrática del Congo (RDC), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha anunciado el martes que más de 110.000 desplazados de Goma, la capital de Kivu Norte que ha caído bajo el control de los rebeldes, ha huido nuevamente para buscar refugio en otros lugares de la región.
Según la Oficina, estos desplazados, que inicialmente se habían refugiado en Goma, están huyendo de nuevo hacia aldeas de Kivu Norte en los territorios de Masisi, Rutshuru y Nyiragongo.
“Nuestros colegas en la RDC nos dijeron esta mañana que miles de personas están abandonando los lugares para desplazados en Goma y sus alrededores y se están trasladando a zonas donde no hay combates”, informó el portavoz de la OCHA, Jens Laerke, en una rueda de prensa en Ginebra.
Estos movimientos de población se producen después de que el M23, con el apoyo del Ejército ruandés, ordenara a los desplazados evacuar los campamentos de Bulengo y del 8º CEPAC, al oeste de Goma, en un plazo de 72 horas. Dicho ultimátum expiraba el martes 11 de febrero.
Las agencias humanitarias presentes en RD Congo también están alarmadas por “el desmantelamiento en curso pero no planificado de los emplazamientos para desplazados internos”, señaló el portavoz.
“El M23 ha emitido un comunicado en el que explica que [apoya y alienta plenamente los retornos voluntarios, pero no obligará a nadie a regresar sin garantías sólidas de seguridad]”, añadió Laerke.
Además, recordó que todos los retornos deben ser voluntarios y producirse en condiciones de seguridad, información y dignidad, de acuerdo con el derecho internacional humanitario.
Según el portavoz, esta situación está provocando la pérdida de infraestructuras humanitarias en los emplazamientos, incluidas instalaciones de agua, centros de salud y centros de tratamiento del cólera.
“Esto significa una reducción de la capacidad de respuesta”, advirtió el portavoz de la OCHA.
Sobre el terreno, los agentes humanitarios del sector sanitario también están preocupados por la propagación del cólera en Goma y las zonas periféricas. Al menos el 80% de los casos registrados en la provincia de Kivu Norte proceden de los emplazamientos para desplazados.
Durante la semana del 3 al 9 de febrero, se observó un aumento del número de casos de cólera en la zona sanitaria de Buhimba, con 70 nuevos casos cerca del campamento para desplazados de Bulengo.
Asimismo, el desmantelamiento de muchos emplazamientos está complicando la situación debido a la dispersión de los pacientes y a la suspensión de las actividades de vigilancia epidemiológica tras los recientes enfrentamientos.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU señaló que, al carecer de medios de subsistencia sustanciales, la mayoría de los desplazados que permanecen en los lugares “dependen de la mendicidad y no tienen ninguna otra fuente de ingresos”.
Esta situación ha causado que la mayoría de los niños puedan salir a mendigar y no volver en días, indicó la agencia de la ONU, citando datos recogidos la semana pasada.
Los datos muestran que casi tres cuartas partes de los desplazados tienen una puntuación de consumo de alimentos deficiente, es decir, una dieta inadecuada en los siete días anteriores a la recogida de datos.
“Es importante señalar que la proporción de hogares con un consumo alimentario deficiente pasó del 13% en diciembre de 2024 (antes de la crisis) al 71% en febrero de 2025 (después de la crisis) tras la toma de Goma por el M23”, declaró el PMA.
La agencia de la ONU no observa una diferencia “significativa” en la proporción de consumo alimentario deficiente entre los desplazados que han regresado a sus pueblos de origen (74%) y los que han permanecido en campamentos (72%), centros colectivos (73%) y familias de acogida (69%) en Goma.
“La dinámica del mercado se ha visto gravemente perturbada por la crisis actual”, afirmó el PMA. Los precios de los principales productos básicos han aumentado considerablemente en comparación con los niveles anteriores a la crisis.
En particular, productos básicos como el aceite de palma y la harina de maíz, han subido respectivamente un 45% y un 67%. El precio del arroz, que era de 30.000 francos congoleños (FC) antes de la crisis, es ahora de 35.000 FC, “un aumento de casi el 17%, que, aunque menos espectacular que otros, sigue siendo significativo dado el contexto”, según el PMA.
-- NNN-UNIS